Estos jarrones, de piedra o mármol natural, labrados a mano, están formados de dos elementos. La parte superior tiene por debajo un fresado cilíndrico de gran diámetro, lo que permite una colocación firme en el pie.
Los jarrones presentados aquí no son de piedras blandas, y labrarlos representa un trabajo real para un resultado de alta calidad.
Todos se perforan para eliminar el exceso de agua de riego (cuando se usan como macetas) o de agua de lluvia.
La perforación también permite la inserción, si se desea, de un tubo de acero (preferiblemente de acero inoxidable 316) que sellará el jarrón sobre cualquier soporte duro.
Simplemente adornados con galones o motivos florales, se impondrán naturalmente en los jardines más bellos, sin tratar de imitar nada demasiado presumido (seudo-jarrón Medici, ...).